Corrige la ejecución de las posturas, no la anatomía de tu alumno
Cómo avanzar en la práctica del Yoga
Para avanzar en la ejecución de las posturas necesitamos de un guía que nos ayude a progresar de forma segura
En la práctica de yoga realizamos una variedad de posturas de diferente complejidad. Para avanzar en la ejecución de las posturas necesitamos de un guía que nos ayude a progresar de forma segura. Es por eso que queremos un profesor de yoga. Necesitamos a alguien que nos pueda instruir sobre cómo ejecutar las posturas de forma segura para mejorar el rendimiento físico y disminuir la probabilidad de lesiones.
Cada cuerpo es distinto y cada persona realizará una determinada asana de forma diferente
Y aquí quiero detenerme en definir qué significa “corregir la ejecución de las posturas” de yoga. Desde mi experiencia en anatomía para yoga creo que es importante considerar que cada cuerpo es distinto y que, por tanto, cada persona realizará una determinada postura de forma ligeramente diferente. Hay que tener en cuenta factores como las proporciones físicas y el tamaño de una persona junto con su grado de fuerza y flexibilidad para poder asesorarle en su práctica de yoga.
El profesor de yoga tiene que saber trabajar de forma individualizada con sus alumnos
El profesor de yoga tiene que conocer a fondo la práctica del yoga y también la anatomía humana para poder trabajar de forma individualizada con sus alumnos. Sobre todo cuando en sus clases aparecen alumnos con lesiones, patologías o limitación del movimiento. Es importante que en estos casos el profesor sepa adaptar la práctica del yoga y hacerla asequible para su alumno.
Entender anatomía es útil en saber trabajar con cuerpos distintos
Cuando doy clases de anatomía en formaciones de profesores, recibo preguntas sobre cómo corregir la anatomía de los alumnos. Me preguntan cómo corregir algunas patologías que alteran la anatomía física, como la hiperlordosis o la hipercifosis, entre otras. Me resulta interesante constatar la tendencia a querer cambiar la anatomía de una persona con yoga en vez de enseñarles a hacer yoga con el cuerpo que cada uno tiene.
Querer modificar la anatomía del alumno con yoga distorsiona el foco de la práctica
Creo que intentar modificar la anatomía del alumno con yoga distorsiona el foco de la enseñanza. En vez de pensar en cómo acercar el yoga al alumno, es decir instruir en la práctica de asana, el profesor se centra en cambiar al alumno. Es una actitud contraproducente que ignora el hecho que el yoga puede aportar muchos beneficios a quienes lo practican a pesar de no poder cambiar su anatomía física.
El yoga es para todas las personas que quieran practicarlo
Enseñar una práctica de yoga progresiva y segura ayuda a que el alumno experimente bienestar físico y emocional. También le permite sentirse satisfecho cuando mejora su rendimiento físico como fruto de su dedicación a la práctica. Es una experiencia empoderadora que nutre la práctica y el practicante. Para ello no es necesario cambiar el cuerpo del alumno de yoga sino enseñarle cómo realizar su práctica con el cuerpo que tiene. En eso consiste el arte de la enseñanza. Requiere poder instruir de forma individualizada teniendo en cuenta el cuerpo del alumno y sus posibilidades.
Todos pueden sentir los beneficios del yoga
Enseñar yoga es transmitir la práctica de forma que produzca bienestar físico, mental y emocional al practicante. El profesor de yoga en ese respecto es un figura clave porque guía al alumno en su práctica ayudándole a lograr metas alcanzables que le permiten experimentar los beneficios de la práctica en su propia piel. La práctica del yoga tiene un efecto transformador en quienes lo practican y no es necesario ser más de lo que uno es para vivirlo.